La desaladora de Binningup, conocida también como la Southern Seawater Desalination Plant (SSDP), se ha convertido en uno de nuestros buques insignia. Y no es para menos. Las soluciones verdes, la tecnología puntera y la innovación transversal se dan la mano en un proyecto que nos permite producir hasta 306.000 m3/día de agua potable y abastecer hasta a 2 millones de habitantes de Australia Occidental.
A través de un contrato de alianza (Alliance), garantizamos la colaboración estrecha con nuestro cliente, Water Corporation of Western Australia, para alcanzar los mejores resultados en todas las fases del proyecto, desde su diseño y construcción hasta su operación. En total, el contrato ha alcanzado un valor de 1.100 millones de euros en dos fases; una primera que concluyó en 2011 (750 millones de euros) y una segunda finalizada en 2013 (350 millones de euros), en la que se duplicó la capacidad de la infraestructura.
Diez años y numerosos premios internacionales después, entre ellos el “Desalination Plant of the Year” de los Global Water Awards en 2012, la planta es hoy un referente en el mundo gracias a tres factores: sus soluciones sostenibles, sus innovaciones y su impacto social positivo.
La integración de la sostenibilidad ha sido siempre uno de los principales objetivos de la SSDP, que se ha materializado a través del impulso a las energías renovables, la reducción del impacto sobre el entorno y la protección de las especies locales. Abastecida con energías eólica y solar, la planta tiene uno de los consumos energéticos más bajos a nivel mundial, con valores inferiores a 2,2 Kw-h/m3, y se encuentra perfectamente integrada en su entorno gracias a una amplia variedad de acciones ambientales. Entre ellas destacan la revegetación con plantas nativas, el fomento de una política de “cero químicos” en el pretratamiento, la realización de obras marinas no invasivas con microtunelado para mitigar el impacto sobre los ecosistemas protegidos, y la creación de un corredor natural para evitar la obstrucción de la zona de paso de los possums.
En términos de innovación, la desaladora de Binningup se encuentra en la vanguardia del sector. La planta incorpora tecnologías punteras con el fin de optimizar su actividad y alcanzar su máxima funcionalidad, al tiempo que centra su foco en la digitalización, en la mejora de la seguridad de los empleados y en la sostenibilidad de las operaciones. Las principales innovaciones incluyen la implantación de conexiones cruzadas de los tanques de agua filtrada y los sistemas de remineralización o la evaluación de técnicas y procedimientos de limpieza.
A nivel social, través de actividades de integración y colaboración con las asociaciones de vecinos, se ha logrado un alto grado de implicación de las comunidades locales, garantizando la preservación de la herencia cultural de la zona y su legado aborigen. A ello hay que sumar la creación de en torno a 700 puestos de trabajo a lo largo de todo el desarrollo del proyecto, así como la riqueza generada gracias al suministro y la producción de agua desalada en la zona.
Celebramos así una década en la que nos hemos convertido en un referente en servicio y calidad del agua para los habitantes de Australia.